Sánchez desafía a Bruselas con un presupuesto derrochador a una semana de entregar su plan económico
El Gobierno de Pedro Sánchez desafía a Bruselas a una semana de que el Ejecutivo tenga que enviar el 15 de octubre a la Comisión Europea su plan económico para los próximos años, incluyendo las líneas básicas de su reforma de las pensiones -ya aprobada en parte- y del mercado de trabajo. Frente a la exigencia de los socios europeos de contener el gasto público para abrir el grifo de los fondos del rescate, el Gobierno ha presentado este jueves una propuesta de Presupuestos Generales de 2022 cargados de nuevas subvenciones y un techo de gasto récord histórico.
Subirán las pensiones mínimas y no contributivas un 3%, por encima de la previsión de IPC, lo que elevará el gasto total en pensiones un 4,8%; un 3% también el gasto en el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y otras prestaciones de familias sin recursos; habrá bonos de 400 euros para medio millón de jóvenes que cumplirán 18 años en el ejercicio para gastar en cultura; crecerán un 17% los gastos corrientes, y un 3,4% los gastos de personal; incluso, se destinarán 2.184 millones de euros a un plan de choque para fomentar la movilidad sostenible, que incluye animar a moverse a pie por las ciudades.
Semejante despilfarro en medio de una crisis que no termina por el elevado coste de la energía y las materias primas, que disparan la inflación, el Gobierno ha presumido de sacar adelante los «presupuestos más expansivos de la historia», es decir, los de mayor gasto público.
Todo, en contra de las recomendaciones de Bruselas de moderar el gasto. Este mismo miércoles una delegación de la Comisión Europea se ha reunido con el secretario de Estado de Economía para vigilar las condiciones impuestas por Europa para acceder a los fondos del rescate europeo. Unas reuniones que continuarán en el futuro. Países como Alemania y Holanda han exigido que se controle al Gobierno español porque no se fían de su austeridad.
Bruselas ha prohibido al Gobierno elevar el techo de gasto, algo que ha admitido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este jueves. «El techo de gasto es igual al del año pasado pero vamos retirando partidas de gastos que se van reduciendo por el fin de la crisis, como los ERTE o el paro, y los destinamos a otras partidas», ha explicado. El techo de gasto ha quedado marcado en 196.142 millones de euros, frente a los 196.097 millones de 2021. Es el más alto de la historia.
En cuanto a las pensiones, Bruselas ha recordado a España que un incremento en las pensiones tendrá que ir unido de ajustes fiscales para no elevar el gasto.
Reforma laboral
Otro de los puntos de batalla entre Bruselas y el Ejecutivo de PSOE y Podemos es la contra reforma laboral. Europa recomienda no tocar la que aprobó el PP en 2012 -que ha avalado públicamente- mientras que una parte del Gobierno quiere derogar para favorecer a los trabajadores frente a los empresarios. La otra parte del Gobierno, la de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, prefiere esperar a que la recuperación sea más sólida.
Bruselas, por ejemplo, ha pedido a España que la reforma laboral defienda la flexibilidad de las empresas a la hora de contratar y fijar sueldos para que puedan adaptase a los ciclos económicos, algo que quiere cargarse el Gobierno. En cualquier caso, la negociación con los agentes sociales va con retraso y, a fecha actual, no hay acuerdo.